Parece que el monte es un buen sitio para deshacerse de los neumáticos viejos y que hay personas capaces de buscar el lugar más recóndito para ejercer esta actividad. Esta vez la zona agraciada en la limpieza ha sido la próxima a Benali, donde existían ruedas de enormes dimensiones desde hace más de 10 años. Como se puede ver, a pesar de todo este tiempo aun quedaban muchísimos más, para que se descompusieran y se integraran en el paisaje. Agradecer a Santiago Aparicio su colaboración para gestionar la eliminación de las ruedas como residuo.
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