La Generalitat Valenciana experimentó ayer en la reserva nacional de Caza de Cortes la Muela un incendio forestal “programado” en el que estaba previsto quemar más de 35 hectáreas de monte.
La aplicación de “quemas programadas” de monte como una “herramienta de gestión” es una técnica aplicada en otros países de clima mediterráneo (Sudáfrica, California, Australia, etc.) pero que hasta ahora solo se había utilizado experimentalmente en la Comunitat Valenciana, probablemente por la polémica que rodea estas actuaciones, muy discutidas desde organizaciones como Ecologistas en Acción. En el caso concreto de la quema programada en Cortes-La Muela, los ecologistas apuntan a que se trata de un Lugar de Interés Comunitario (LIC) que “no debería” ser sometido a este tipo de pruebas cuyo impacto, dicen, está fuera de toda duda.
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