El 10 de marzo se producía un pequeño incendio en Benigüengo, hoy tras las últimas lluvias que aunque escasas han caído muy bien, hemos podido apreciar que el monte mediterráneo tiene ese don espectacular de resurgir tras las cenizas y hemos podido ver los primeros brotes en la vegetación en la zona calcinada. La vegetación protejerá el mejor tesoro que tienen los montes y que tras los incendios es el gran perdedor, el suelo.
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