Cuando ya estabamos en septiembre y el verano ya se tenía que acabar, las condiciones ambientales nos recuerdan que aun queda mucho verano y que el riesgo de incendios forestales es máximo. Justamente cuando las condiciones climaticas son las peores ha empezado esta lacra para nuestros montes que se lleva por delante las casas y el monte. Esperemos que la suerte este en el bando de las brigadas de extinción y que lo consigan apagar pronto.
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