Domingo 22 de Junio a eso de las 8, en una despejada y brillante mañana del mes de Junio, nos dimos cita un grupo de veintitrés aventureros en el local de ADENE, para afrontar una ruta caracterizada por las maravillosas vistas y la continua convivencia con la naturaleza, en un entorno de montaña adentrado en el mar Mediterráneo.
Con un poco de retraso sobre el horario previsto y con bastante calor, comenzamos la ascensión desde el puerto de Calpe, donde ya se observaban las mariscadas que nos devolverían las energías a la vuelta.
Equipados con pañuelos, gorras y embadurnados con crema solar se desarrolló la ruta que tiene su punto de origen oficial en el Aula de la Naturaleza del “Penyal d’Ifac”. El agradable ambiente y la buena predisposición entre los participantes hicieron que las pequeñas dificultades que encontramos se superaran con facilidad. Incluso los imprevistos relacionados con temas de “evacuaciones fisiológicas”.
Los 332 metros de altura de roca caliza del Peñón se alzan en un solo impulso desde el mar, unidos a tierra tan sólo por una pequeña unión. A sus pies se extienden la población, la playa y el puerto de Calpe. Las famosas Salinas calpinas, se encuentran situadas en la parte Oeste del Peñón.
Destacar de la ruta, algunos de los pasos que se realizan con cuerdas, incluido el paso por el túnel que traspasa de Oeste a Este el Peñón y que se desarrolló con algún resbalón sin importancia, la magnifica vista que aparece al salir del túnel compensa el esfuerzo que se realiza al atravesarlo. Otro punto de dificultad superado igualmente sin problemas, fue el último tramo de ascenso al pico del Peñón, una mini escalada por rocas resbaladizas debido a la erosión del viento marino. Los más pequeños del grupo fueron los primeros en coronar la cumbre y poder disfrutar del maravilloso paisaje con que nos regala el Peñón desde su cima.
En lo alto, dimos cuenta del merecido almuerzo y rellenamos los depósitos para el descenso que siempre es más complicado que la subida.
A las 13 horas aproximadamente, regresamos al puerto de Calpe, donde el grupo se dio un merecido baño en la playa, se tomaron las correspondientes tapas y cervezas para continuar con una mariscada de las que quitan el hipo, tan características del Puerto de Calpe y su Peñón de Ifac.
Miguel y Mª José.-
Junio de 2008.-
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