Comenzamos la marcha en la Ermita de San Sebastián donde coincidimos un numeroso grupo de senderistas de diferentes procedencias. El ascenso lo llevamos a un buen ritmo y llegamos a la Font d’Espanya, donde pudimos descansar y refrescarnos. Nos dirijímos hacia el Alto del Tossal (726m) donde almorzamos refugiandonos del viento. El Penyò (649m), que siempre divisamos con curiosidad desde la autovia, estuvo a nuestro alcance después de una pronunciada bajada y subida, y allí volvimos a coincidir con los otros grupos de senderistas. El descenso por el Sumidor hacia la Ermita, fue una buenísima recompensa, por lo singular del frondoso paraje, aunque el agua supiera salada. Nos vemos en la próxima.
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