Esta año la marcha nocturna a Montesa ha tenido un nombre ” El tiempo”. Ya subiendo hacia el Piquet, unas gotas nos indicaban lo que podía ocurrir, pero las ganas de pasarlo bien hizo que continuáramos la marcha sin mayor contratiempo. A mitad camino de descenso a Montesa la lluvia apareció con mayor persistencia y obligo a los más preparados a sacar el paraguas y los chubasqueros y a meter a todos los niños en el vehículo de Adene. Al llegar a Montesa nos refugiamos en el bar del castillo donde toda la gente había abandonado las mesas exteriores y nos dispusimos a tomarnos un merecido helado. Cuando dejo de llover eran casi la una de la madrugada así que el sentido común hizo que llamáramos a algunos amigos para realizar una vuelta más tranquila. Posiblemente los que mejor se lo pasaron fueron los niños.
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