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Clara Pinar, Bruselas. corresponsal – Levante EMV.

La Comisión Europea anunció ayer que ha aceptado el trazado al trasvase Júcar-Vinalopó que presentó el Gobierno como alternativa al diseñado por el antiguo Ejecutivo del PP y aseguró que no solo no habrá pérdida de los 80 millones ya aprobados, sino que aumentará su dotación europea hasta los 120 millones para responder a la demanda que hizo el Gobierno para correr con el 50% del coste del nuevo proyecto.

Bruselas dio por buenos finalmente los planes del Gobierno español para modificar el punto de la toma de agua desde Cortes de Pallás a Azud de la Marquesa, más cerca de la desembocadura del río Júcar, así como el presupuesto adicional de 40 millones en que se tasó este nuevo diseño.
Después de meses estudiando sobre el trazado alternativo, para lo que también tuvo que consultar al Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Ejecutivo comunitario dio la noticia durante su intervención en la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo en la que se volvieron a escuchar los ataques de representantes de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó contra el diseño que planteó la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. El resultado fue dar carpetazo a la queja de la Junta Central contra el trazado alternativo -por 6 votos a favor, 5 en contra y una abstención–, que fue respaldado oficialmente por la Comisión Europea.
El responsable para España de la dirección de Política Regional de la institución, Giorgios Peroulakis, afirmó que una vez que la comisión de Peticiones también decidió archivar las quejas de la Junta de Usuarios, la tramitación de nuevo proyecto tardará en cerrarse unos 30 días, de manera que pueda estar lista a fínales de año, cuando expira el plazo para que entre en el presupuesto de 2006. «Si todo pasa con normalidad, dentro de un mes la nueva disposición estará aprobada. Antes de Navidad», apuntó Peroulakis.
Por otra parte, rebatió los argumentos que han venido ofreciendo tanto el Gobierno valenciano como algunos regantes de que el nuevo proyecto no contará con fondos europeos. Por el contrario, aseguró que «no se pierde ni un céntimo», más teniendo en cuenta que, según explicó, parte de las obras que ya se han empezado en base al diseño antiguo podrán aprovecharse para el nuevo trazado.

Desde el punto de vista medioambiental, subrayó además que el nuevo trazado afecta sólo a 2,7 kilómetros de la red de espacios protegidos Natura 2000, a diferencia de los 41 kilómetros que comprometía el anterior.
La comisión de Peticiones de la Eurocámara contó ayer con la presencia de representantes de la Generalitat y de regantes a favor de sus tesis, así como de la organización ecologista WWF y de la plataforma Xúquer Viu, que aplaudieron la decisión de la Comisión.

El representante de WWF destacó que el nuevo trazado «limita los daños medioambientales del trasvase» debido a que sitúa la toma «en el estuario del río y no en la mitad de su curso». Agregó que «mejora la aceptación social del proyecto» y que «ayudará a regenerar los acuíferos» del Vinalopó. Por todo eso, consideró que respeta «plenamente» los criterios de la directiva marco del Agua.

Último intento

Desde una posición diametralmente opuesta, el representante de la Junta de Usuarios, Andrés Martínez, manifestó por su parte que «los acuíferos no se van a recuperar con el nuevo trazado», apostó por mantener abierta la queja contra el diseño alternativo y reclamó una nueva inspección por parte de la comisión de Peticiones en la Comunitat Valenciana que, al igual que el conjunto de su queja, fue rechazada por los eurodiputados.