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La caída de 15 torres eléctricas

La caída de 15 torres eléctricas por la nieve causó el apagón de 48 horas en Navalón

Un pino derribó una de las columnas de alta tensión y el resto se vino abajo por el efecto dominó

La intensa nevada que el viernes cayó sobre Navalón, pedanía de Enguera donde llegaron a estar incomunicados, causó un apagón que se ha prolongado durante cerca de 48 horas y que, a la postre, ha impedido que buena parte de sus 28 vecinos obtengan pingües beneficios de la situación. Y es que, casi todos los bares y restaurantes tuvieron que cerrar ayer ante la falta de luz, precisamente en un día repleto de visitantes ansiosos por disfrutar de la nieve, tal como señalaron algunos de los afectados.
El desaguisado eléctrico ocurrió en la madrugada del sábado como consecuencia de la acumulación de la nieve y la caída de los árboles por el temporal. «Un pino se vino abajo y alcanzó una de las torres de electricidad que, a su vez, cayó sobre otra y así sucesivamente debido al efecto dominó», explicó el primer edil de Enguera, Santiago Arévalo. En total se derrumbaron 15 torres y tres kilómetros de tendido eléctrico quedaron inutilizados. El consistorio, propietario de la red, estima su reparación en unos 150.000 euros.

Las viviendas y establecimientos que disponían de grupos electrógenos no tuvieron mayores problemas esa noche y al día siguiente. El resto, en principio, no iba a notar tampoco los efectos del apagón gracias a que a primera hora de la tarde del sábado, una vez que quedó abierta la carretera que une la pedanía con Enguera, el ayuntamiento instaló un generador eléctrico de 200 kw. Sin embargo, no fue suficiente para abastecer a todos los vecinos y, al cabo de dos horas, se colapsó y dejó de funcionar.

La luz volvió demasiado tarde

Ayer, el consistorio se hizo con dos grupos electrógenos más y, en torno a las tres y media de la tarde, la situación eléctrica regresó a la normalidad en todas las casas. No obstante, ya era demasiado tarde para los bares y restaurantes de la zona -hay siete y son 28 habitantes- que no poseían generador eléctrico propio, ya que no pudieron atender a tiempo a los cientos de visitantes que Navalón recibió ayer. «Al menos 400 familias han venido durante el fin de semana para ver la nieve -señaló Juan, propietario de la Tasca El Peligro-. En cuanto cayó la nevada, todos los bares sabíamos que vendría mucha gente y nos aprovisionamos bien, pero el apagón nos ha fastidiado porque no hemos podido atender a los clientes. Yo compré tres sacos de pan para el domingo y no pude servir ni una comida». Para evitar futuras situaciones similares, el hombre tiene previsto adquirir un grupo electrógeno. «Un generador para mi local puede costar unos 600 euros, pero merece la pena. De hecho, si ya lo tuviese, lo tendría pagado sólo con un día de trabajo como el del domingo, ya que había muchísima gente en el pueblo y no todos los días se hace una caja así», se lamentó.

Pese a que el aislamiento de Navalón duró apenas unas horas -el sábado al mediodía ya se podía acceder a la pedanía-, su confinamiento fue el mejor reclamo para los cientos de visitantes que buscaban disfrutar de cuanta más nieve mejor, algo que provocó el caos circulatorio en la carretera de entrada al lugar y varias situaciones complicadas para algunos de los turistas.

Fuente: Levante EMV

Categorías : El Tiempo
 
 

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