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I. Roy, Requena – Levante emv.

La bajada de nivel del agua embalsada en el pantano de Contreras ha obligado a Iberdola a cambiar las turbinas de la presa por otras de menor calibre que aprovechen mejor el caudal actual. Esta actuación permitirá a la empresa acabar con los problemas técnicos que ha venido detectado desde hace años en estos sistemas que aprovechan la caída de la presa para producir electricidad y que, tal como confesaron expertos, se deben no sólo a la sequía que ha dejado bajo mínimos las reservas del Cabriel, sino también al propio diseño sobredimensionado que se le dio a este embalse cuando se construyó a finales de los años 70.

Fuentes de la compañía eléctrica confirmaron a Levante-EMV que durante toda la semana se están realizando los trabajos de sustitución de uno de los grupos de turbinas de la centra hidroeléctrica para «colocar en su lugar -explicaron- otras nuevas que, a pesar de ser más pequeñas, podrán aprovechar mejor y de forma más eficaz el caudal del agua disponible hoy por hoy en Contreras».
De hecho, responsables de esta actuación reconocieron que las nuevas condiciones de este pantano -que recoge las aguas del río Cabriel justo antes de adentrarse en el Parque Natural de Las Hoces y cuyas compuertas permanecen cerradas desde septiembre por estar por debajo del 2,5% de su capacidad- han provocado que el agua canalizada por la presa «no pueda mover adecuadamente las antiguas turbinas porque son demasiado grandes y pesadas y no hay suficiente fuerza en el agua que cae como para hacerlas girar con toda su potencia».
El equipo de trabajo desplazado hasta la presa por la compañía eléctrica está trabajando sobre uno de los dos grupos de turbinas que componen la central de Contreras. El objetivo fundamental de esta actuación es el de adaptar la central eléctrica al caudal real disponible en la presa aprovechando que actualmente no se está desembalsando agua más allá del mantenimiento del caudal ecológico del río Cabriel.
Para ello, el proyecto contempla la reducción en más de la mitad de la potencia de este grupo, que pasará de los actuales 37,5 Megavatios para 55 metros cúbicos por segundo en turbinación a 15 Megavatios para 25 metros cúbicos por segundo en turbinación.
A pesar de esta reducción, desde la compañía explicaron que la puesta en marcha de las nuevas turbinas permitirá «un mejor aprovechamiento» de los recursos hídricos del Cabriel y explicaron que el desajuste entre potencia y caudal obligó a que Contreras funcionara durante muchos años bajo mínimos y con caudales muy inferiores a la capacidad real de las turbinas, lo que provocaba a su vez constantes fallos mecánicos y graves averías en los grupos.
La causa de todos estos problemas se debe a varios desajustes en el diseño original del embalse, que inicialmente incluía la construcción de un contraembalse aguas abajo del actual pero que nunca llegó a realizarse para no dañar el entorno de Las Hoces del Cabriel. Cabe recordar que la central hidroeléctrica de Contreras fue diseñada en la década de los setenta para turbinar los caudales de una embalse al que se le dio una capacidad oficial de 880 hectómetros cúbicos, pero que como el tiempo ha demostrado nunca ha llegado a alcanzar ni siquiera la mitad de esa cifra sobre la que se basaron para determinar la potencia de cada uno de los grupos de la central.