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Los incendios destruyen en cinco días la mitad de la superficie quemada en 2006

J. Antequera, Castelló – Levante emv.

La oleada de incendios forestales que asoló Castelló entre el pasado jueves y el domingo ha arrasado casi 1.900 hectáreas de monte bajo y matorral, más de la mitad de la superficie que se perdió en toda la Comunitat Valenciana durante el año 2006 (3.265 hectáreas).

Los seis siniestros que se declararon en Gaibiel, Borriol, Los Rosildos-Culla, Cervera, Montaña Negra (Castelló) y Orpesa están extinguidos oficialmente desde ayer y han sido, según el balance oficial más devastadores que todos los que se registraron en esta provincia en 2005 – cuando ardieron 1.460 hectáreas – y en 2006 – alrededor de 87 – .
Los siniestros, que estuvieron a punto de afectar a los parques naturales de Serra d’Espadá y Desert de Les Palmes, tuvieron un origen diverso, pero la Guardia Civil ha descartado que fueran intencionados. Dos de los incendios se originaron por un rayo, otro se debió a la caída de un poste eléctrico por el mismo motivo y el último – el de Orpesa – , se declaró por una negligencia, al arrojar alguien una colilla junto a una carretera del término municipal.
El siniestro declarado en Gaibiel quedó extinguido tras arrasar 1.044 hectáreas, de las que 412 son de arbolado y el resto de matorral, según los técnicos de la Conselleria de Territorio y Vivienda.
En Culla, el fuego ha quemado 418 hectáreas, 250 de ellas de arbolado y 168 de matorral y monte bajo; mientras que el de Orpesa quemó 88 hectáreas en zona urbana, lo que obligó a evacuar a trescientas personas de varias urbanizaciones.
Los bomberos han dado por extinguido también el incendio de Borriol, que quemó 160 hectáreas, de las que 48 son de arbolado y 112 de matorral.
Por otra parte, el fuego desatado en Ribesalbes en las últimas horas ha sido extinguido definitivamente, tras arrasar 90 hectáreas, 50 de ellas de masa forestal y 40 de superficie agrícola. Los técnicos continúan investigando las causas de este fuego. El Consell ha facilitado los datos sobre superficie afectada una semana después de los incendios, ya que los técnicos de la Conselleria de Territorio han necesitado varios días para cuantificar la cifra total sobre el número de hectáreas asoladas.

El viento fue determinante

Mientras el Gobierno autonómico realizaba los cálculos definitivos sobre el área perdida, los diferentes ayuntamientos han ido contabilizando en los últimos días estimaciones aproximadas sobre la magnitud del desastre.
Fuentes municipales avanzaron a este diario que más de 2.000 hectáreas podían haberse perdido por los fuegos en el monte. El temporal de viento – con rachas de hasta 165 kilómetros por hora – agravó la situación, que sólo quedó bajo control cuando los hidroaviones pudieron despegar – algo que no pudieron hacer después de la infernal jornada del jueves día 8 – .

 
 

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