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S. S./R. G., Gandia/Xàtiva-Levante emv.

Un incendio forestal que al cierre de esta edición no había sido controlado arrasaba desde el mediodía de ayer una zona de matorral y monte bajo en las estribaciones levantinas de la Serra Grossa, justo en el linde de las comarcas de la Safor y la Vall d’Albaida, donde habría destruido casi un centenear de hectáres, según fuentes de los servicios de extinción..

Según informó la Generalitat, las llamas se originaron poco antes de la una del mediodía en el barranco dels Llidoners, en una isla del término municipal de Ador situada en la partida de Marxuquera. El origen del fuego no había sido determinado anoche, y tampoco la Administración aventuró oficialmente siquiera una aproximación de la superficie afectada, aunque miembros del operativo no dudaban en apuntar «decenas de hectáreas».
Avivado por el fuerte viento de poniente y una temperatura inusualmente alta- en la zona se registraron rachas de hasta 56 kilómetros/hora que alcanzaron los 60 en la ciudad de Valencia, el incendio se extendió con mucha rapidez hacia los términos municipales de Llutxent, Almiserà, Pinet y Ròtova, propagándose por la cresta de la montaña y penetrando en los despeñaderos y barrancos que descienden hacia los valles.

Hacia las cuatro de la tarde, cuando quedaban apenas dos horas de luz solar, el amplio dispositivo terrestre y aéreo desplegado logró acorralar el incendio en el barranco del Garrofer, en donde ardieron numerosos árboles adultos. Es en el perímetro de ese espacio donde se concentraron todas las brigadas terrestres para acordonar las llamas y evitar que superaran ese espacio.

En las labores de extinción participaron una decena de brigadas terrestres, bomberos del consorcio provincial, nueve helicópteros, siete aviones air tractor y un hidroavión foca enviado por el Ministerio de Medio Ambiente. Para facilitar la carga de agua a los aviones, el puerto de Gandia se cerró al tráfico. Nueve brigadas siguieron trabajando durante toda la noche a la espera que, con las primeras luces del día de hoy, los medios aéreos volvieran a operar.

La vegetación de la zona afectada por las llamas se recuperaba lentamente de otro incendio que, en el verano de 1991, consumió casi mil hectáreas de terreno en lo que fue una auténtica catástrofe ecológica.
Los responsables del operativo de extinción temían que el viento hiciese imposible su control y que el fuego se propague hacia el término de Gandia, en una zona declarada Paraje Natural Municipal.
A primeras horas de la noche se desplazaron al Centro de Mando Avanzado instalado en Ròtova el director general de Interior de la Generalitat, Pedro Hidalgo, el presidente de la diputación, Fernando Giner, y otras autoridades.

Para hoy se espera que el viento arranque moderado y cálido del suroeste, aunque a lo largo de día irá disminuyendo su intensidad tendiendo a «flojo» aunque con rachas moderadas. En el entorno del área del incendio se espera una máxima de 22 grados.