El críalo europeo es un ave estival de la familia de los cucos. Al igual que sus parientes, pone sus huevos en el nido de otras aves como la urraca (Pica pica) y en menor medida el de la corneja negra (Corvus corone).
Se alimenta de invertebrados, de pequeños mamíferos y reptiles, llegando a coincidir su retorno desde África con la aparición de las primeras orugas de lepidópteros. La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) constituye una parte muy importante de su dieta.
Es muy frecuente escuchar los reclamos del críalo entre la espesa vegetación durante los meses de celo (mayo y junio).
Mientras las urracas incuban sus huevos, la hembra de críalo la vigilará esperando cualquier despiste. El críalo macho provocará a la pareja de urracas para que abandone su nido. Enojadas, las urracas empezarán a perseguirlo.
La hembra invasora, aprovechando el momento, depositará sus huevos en el nido, picando o tirando alguno de la hospedadora.
Los huevos del ave parásita, al tener un periodo de incubación menor, saldrán antes que los otros y serán alimentados por sus padres adoptivos, lo que implica que el pollo de críalo ya está bastante crecido cuando nacen sus hermanastros.
¿Compartirán la comida como buenos hermanos?
La cruenta realidad es que no, los pollos de críalo se colocan encima de los demás y los asfixian con su peso llegando a causar su muerte. Además, estos hijos adoptivos son mucho más rápidos cogiendo la ceba, por lo que sus hermanastros también morirán por inanición.
Pero no todos los pollos estarán destinados a tan fatal desenlace sino que los más avispados sobrevivirán.
Una vez sean capaces de volar, los pequeños críalos acompañarán a su familia adoptiva hasta que reconozcan el reclamo de otros ejemplares de su especie. Se producirán entonces concentraciones de estas enigmáticas aves antes de partir. Y así, a finales de verano, adultos y jóvenes emprenderán el viaje de retorno hacia la sabana africana.
Curiosidades:
– Tienen una elegante y llamativa cresta en la cabeza.
– Cuando eclosionan los pollos de urraca, los críalos ya son 6 veces mayores en peso.
– Un mismo nido puede ser parasitado por una o más parejas de críalos, de forma que puede haber más de un huevo de críalo en cada nido.
– El nombre científico, clamator, hace mención a sus ruidosos y estridentes alaridos.
– En algunas zonas, las urracas ya han llegado a diferenciar sus huevos de los invasores.
– Es una de las pocas especies que puede ingerir tan altas concentraciones de productos urticantes como posee la larva de procesionaria.
Bibliografía:
– Martí, R. & Moral, J.C. (Eds.) 2003. Atlas de las Aves Reproductoras de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Sociedad Española de Ornitología. Madrid.
Sandra Martínez Sanz
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