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Enero de 2008 no ha batido récords, pero ha sido muy cálido en toda la Comunitat , donde las temperaturas medias han estado entre 1,5 y 2 grados por encima de lo normal, según los datos del Instituto Nacional de Meteorología (INM).

Vicente Aupí, Valencia
Ha sido, además, un mes muy seco, sin apenas precipitaciones, en el que la humedad ambiental sólo la han aportado las nieblas, que sí son típicas de esta época , en la que las zonas costeras del Mediterráneo son propensas a quedar envueltas por densos bancos de niebla cuando sobre el mar, que está muy frío, se desliza aire más cálido.

Las altas temperaturas que han afectado tanto a la Comunitat como al resto de la cuenca mediterránea se han debido a dos factores. Por un lado, la persistencia de masas de aire de origen atlántico, que fueron la nota dominante durante la primera parte del mes y que, como es sabido, llegan recalentadas hasta el litoral mediterráneo en forma de vientos de poniente tras cruzar la Península de oeste a este.
El segundo factor ha sido el potente anticiclón que ha afectado a toda España durante los últimos días, gracias al cual, aunque las noches han sido frías en puntos del interior, las temperaturas diurnas han sido especialmente benignas para el que habitualmente es el mes más frío del año.

El pasado día 22 se alcanzó en Valencia una temperatura de 25,3 grados y valores similares por el resto de la costa valenciana. Es un valor alto para enero, pero no excepcional. En 2003 y 2004 se llegó a 25,4 grados en este mes, y en el caso de enero de 2004 hay que subrayar que en conjunto también fue más cálido que enero de 2008.

Según las primeras estimaciones provisionales del centro territorial del INM en Valencia, las temperaturas medias han superado la normal entre 1 y 1,5 grados en la costa y hasta 2 grados en puntos del interior. En esta zona, las condiciones anticiclónicas de los últimos días han permitido oscilaciones del orden de los 20 grados en menos de 24 horas, al haberse producido en una misma jornada heladas nocturnas y valores térmicos muy agradables, en el entorno de los 15 grados.

Por otra parte, el INM acaba de estrenar en Cullera un nuevo radar meteorológico que sustituye al que llevaba dos décadas en funcionamiento en este mismo punto. Tanto este radar como los demás del INM se utilizan para conocer en tiempo real la distribución e intensidad de las precipitaciones, por lo que se trata de un instrumento de vigilancia atmosférica muy útil en las adversas condiciones meteorológicas de los temporales otoñales que afectan a la Comunitat , cuando hay riesgo de precipitaciones torrenciales.

Lo que hace el radar es detectar la lluvia (en forma de eco) y plasmar en ordenador las zonas con mayor y menor reflectividad, que se traducen a imágenes de colores diferentes. Con ello, se sabe dónde llueve con más intensidad.