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Si cuando se produce un incendio siempre se escucha que se ha tenido que desalojar este o aquel lugar, los animales no lo tienen mejor. Cuando se te quema tu casa, no queda más remedio que escapar de las llamas, aunque seas un pájaro ajeno al devenir de los acontecimientos, aunque no entiendas lo que pasa porque nunca lo has visto o aunque sea por la noche, el instinto solo te marca escapar de allí. Esto no siempre se consigue o se realiza tras sufrir heridas. Pero las alas para los pájaros en general y las rapaces en particular son como el corazón. Sin ellas no puedes volar, no puedes cazar y sin comer ni beber, te mueres.

El cernícalo de hoy lo ha encontrado un vecino de Chella, con una herida en una ala y tras pasar por la clínica lo hemos llevado al centro de recuperación de fauna La Granja, que tras una corta estancia volverá la surcar los cielos y a darnos esperanza.