Entre las criaturas que deambulan haciendo su vida y principal actividad en la oscuridad, es quizás este el más esquivo y desconfiado, haciendo realmente difícil su observación directa, salvo aquellos avistamientos fortuitos desde un vehículo al circular por algún camino o carretera de montaña, hecho que desafortunadamente para este bello animal, acaba en algunos atropellos.
Pese a ello, se puede considerar que este mustélido tiene una buena representación de ejemplares en los montes de la península ibérica en general y de la sierra de Enguera en particular, y a nivel autonómico tiene la categoría de especie protegida.
Es este un animal que cuenta mucho con su capacidad auditiva para desenvolverse en su entorno y poder identificar tanto posibles presas como a los peligros, emprendiendo carreras a una velocidad notable cuando algo no le encaja, bien por el sonido, bien por algún olor que detecta en un momento dado.
Otra de sus características llamativas qué destacaría de esta bella criatura es la fiereza que es capaz de demostrar cuando entra en juego la comida, ya sea con otro ejemplar de su misma especie o de otro animal. Un ejemplar solitario puede suponerse en desventaja respecto a otros carnívoros mayores, como puedan ser un zorro o un tejón, pero una familia de garduñas, habitualmente una hembra y dos o tres crías, una vez estas han alcanzado cierto tamaño, se convierten en un grupo capaz de pelearle la comida a cualquiera, lanzando carreras, saltos con gruñidos y chillidos que intimidarían a cualquiera.
Una curiosidad de su biología es que tiene la capacidad o cualidad denominada “fecundación retardada” y que consiste en que, a pesar de tener el celo en pleno verano, las hembras, tras la copula, retendrán el esperma del macho hasta enero o febrero, que será cuando queden fecundadas, iniciando entonces una gestación de 2 meses aproximadamente que terminará con el alumbramiento de entre 2 y 6 garduñitas.
mopema✔️
Comentarios recientes